viernes, 24 de diciembre de 2010

Algo distinto

Todavía no doy fe de lo sucedido; la desesperación que te puede causar ver a alguien que te tiene cariño (sin tan siquiera ser de tu familia pero a la que le preocupas) discutir con tu persona, por algo inexplicable pero real, sin saber responder a sus preguntas; con la cabeza gacha sin poder mirarla a la cara, pensando si podré dirigirle una mirada por el simple hecho de vergüenza que me causa ver a esa persona después de haberle narrado mi extraña situación, y tras la cual, esa persona se ha quedado sin palabras; solo comprendo que no se lo esperaba de mí. En cierta parte; puede ser que yo haya tenido gran culpa de mi mala situación, pero he de admitir que no era consciente de que la situación fuera a llevarme a caminos tan ofuscos que llegasen a perturbar mi situación con personas tan cercanas y a las que tanto quiero, como ha ocurrido en este caso. Sé que me quiere (a su manera), y si lo ha hecho es porque se preocupa por mí y yo se lo agradezco, para mí es algo más que un “compañera”, es una grandísima amiga que intenta protegerme (a su manera).
Sé que esto es difícil de comprender, incluso personas que me conocen y que saben de lo que estoy hablando, van a tardar en comprenderme. Este ser no es un ser cualquiera, es un ser especial que hace que nuestros días sean normales pero distintos, cada día una anécdota nueva.

Si alguna vez alguien se encuentra por el camino con un profesor/a, maestro/a que le muestra afectos de cariño, trátelo con sumo cuidado, como si de una pieza de porcelana estuviésemos hablando; cuídelo siempre porque siempre aprenderás, con y gracias a él/ella; nunca le desprecies, no se lo merecerá. Finalmente; si has atravesado por una situación semejante a la anteriormente narrada, no le des la espalda, compréndele, ponte en su lugar y agradécele lo que ha hecho por ti, porque pocas personas tienen un corazón tan grande en el cual cabe el cariño que siente hacia un alumno.

Finalmente; a esa persona, millones de Gracias desde aquí y desde todos los lugares donde esté, porque siempre le estaré agradecida por todo lo que ha hecho por y para mí.

Aida Á.M.

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